DANIEL
- 23 may 2020
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Copia de 2º ESO VALORES DERECHOS HUMANOS

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HISTORIA GENERAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Al principio no había derechos humanos. Si estabas con la gente adecuada estabas a salvo, si no, no lo estabas. Pero entonces Ciro el Grande decidió cambiar todo eso. Tras conquistar Babilonia hizo algo completamente revolucionario. Anunció que todos los esclavos podían irse en libertad. También dijo que la gente era libre de elegir su religión sin importar de qué grupo fueran parte. Documentaron sus palabras en una tablilla de arcilla conocida como el Cilindro de Ciro, y así, sin más, nacieron los derechos humanos.

La idea se extendió rápidamente hasta Grecia, la India y al final hasta Roma. Se dieron cuenta de que la gente seguía de forma natural ciertas leyes, incluso aunque no se les dijera que la siguieran. Llamaron a esto: "Derecho natural". Pero siguieron siendo pisoteado por quienes se encontraban en el gobierno.

No fue hasta 1000 mil años más tarde, en Inglaterra, donde finalmente hicieron que el rey estuviera de acuerdo en que nadie podía invalidar los derecho de la gente, ni siquiera un rey. Los derechos de la gente fueron finalmente reconocidos y estaban ahora a salvo de los que estaban en el poder. Hasta cierto punto.

Todavía hizo falta que un grupo de rebeldes británicos declarara su independencia antes de que el rey entendiera que todos los hombres han sido creados iguales. Es decir, no es que a él le gustará la idea sino que no pudo pararlas, y así nació América.

Los franceses siguieron inmediatamente con su propia revolución por sus propios derechos. Su lista era más larga e insistían en que esos derechos no eran sólo inventados, eran naturales. El concepto romano de “derecho natural” se había convertido en “derechos naturales”.

Por desgracia no todo el mundo estaba tan entusiasmado.

En Francia, un general llamado Napoleón decidió derrocar la nueva democracia francesa. Se coronó a sí mismo emperador del mundo. Y casi tuvo éxito. Pero los países de Europa unieron fuerzas y lo derrotaron. Los derechos humanos serán una vez más un tema candente; se redactaron acuerdos internacionales garantizando ampliamente muchos derechos por toda Europa; pero sólo a través de Europa. El resto del mundo de alguna forma todavía no cualifica. En vez de eso, fueron invadidos conquistados y consumidos por los enormes imperios europeos.

Entonces, un joven abogado de la India decidió que ya había sido bastante. Se llamaba: Mahatma Gandhi. Frente a la violencia, insistió en que toda la gente en la Tierra tenía derechos. No solo en Europa. Al final, hasta los europeos empezaron a estar de acuerdo. Pero no iba a ser tan fácil.

Habían estallado dos Guerras Mundiales. Hitler exterminó a la mitad de la población judía de la Tierra, en los horrorosos campos de muerte nazi. En total, 90 millones de personas habían muerto. Nunca los derechos humanos habían estado tan horriblemente cerca de la extinción. Nunca había estado el mundo tan desesperado por un cambio. De forma que los países de la Tierra hicieron causa común y formaron las “Naciones Unidas”. Su propósito básico era: Reafirmar la fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y el valor de la persona humana.

Pero ¿qué eran los derechos humanos? ¿Eran las proclamaciones de Ciro? ¿El derecho natural de Roma? ¿Las declaraciones de Francia? Todo el mundo parecía tener una idea ligeramente distinta de lo que deberían ser los derechos humanos.

Bajo la supervisión de Eleanor Roosevelt, finalmente se pusieron de acuerdo en una serie de derechos para absolutamente todo el mundo: La declaración universal de derechos humanos.

El concepto francés de los "derechos naturales" se había convertido finalmente en los "derechos humanos". Así que, en resumen, al principio sólo unos cuantos afortunados tenían derecho alguno; hasta que uno de ellos decidió: oye, otra gente también debería tener derechos. Lo que fue estupendo, salvo que no todo el mundo estuvo de acuerdo. Solo que de unos cuantos miles de años de lucha, declaraciones y más lucha, hasta que finalmente todo el mundo estuvo de acuerdo en que los derechos humanos deberían ser para todos y vivieron felices y comieron perdices.