DANIEL
14 de mar de 202010 min.
Actualizado: 4 de may de 2020
A la primera respuesta, la llamamos la causa (la razón por la cual hacemos aquello) y, a la segunda, la finalidad (el fin: lo que queremos conseguir). A veces pueden coincidir: ¿por qué jugamos? Porque nos gusta. ¿Para qué jugamos? Para divertirnos.
Desde este punto de vista, la bondad o maldad de una acción dependerá de si consigue o no la finalidad deseada. El haber aprobado un examen nos indica que las acciones realizadas para ello (estudiar, responder a las cuestiones planteadas, etc.) las hemos hecho bien. Esas acciones son los medios y el aprobado, el fin.
Por tanto, una acción es buena cuando consigue el fin propuesto. Pero, como hemos indicado más arriba, hay muchas clases de bienes, y el moral es uno de ellos, el principal, como veremos. ¿Podemos hablar de un «buen asesinato»? ¿Cuál sería? Podríamos decir que es aquel que consigue matar a su víctima sin que el asesino sea descubierto. Pero es fácil ver que, aquí, buen no tiene sentido moral, sino «técnico» por decirlo así, ya que asesinar siempre está mal desde un punto de vista moral.
También los medios deben ser buenos. Por ejemplo, puede ser que hayamos aprobado el examen (o sea, hemos alcanzado el fin), pero las acciones han sido fraudulentas, por ejemplo, copiando del compañero o de una chuleta.
Entonces la pregunta fundamental de la ética se transforma en esta: ¿cuál es la finalidad moralmente buena y cuáles son los buenos medios (las buenas acciones) para alcanzarla? Este es, pues, el planteamiento básico de las llamadas éticas materiales: lo que determina la bondad de nuestras acciones es su finalidad: si se consigue alcanzar, la acción es buena; si no, no lo es.
Para hacer esta muralla
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa,
allá sobre el horizonte…
Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la hierbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla…
Autor: Nicolás Guillén
Cuestiones sobre el poema: la Muralla (semana 23-27 de marzo)
1) ¿Cuál es la idea principal de este poema?
2) ¿Qué valores éticos transmite este poema?
3) Continúa el poema indicando a quién o quiénes cerrarías o abrirías la muralla.
Las diversas teorías éticas que se han ido formulando a lo largo de la historia se dividen, en general, en dos grandes grupos: las éticas materiales y las éticas formales. Las primeras se llaman «materiales» porque sostienen que lo que hace buena o mala una acción es, justamente, la propia acción (aquello que se hace: lavar los platos, robar el móvil de un compañero...), es decir, la materia de la acción. En cambio, según las éticas formales no es la propia acción, su «materia», sino el por qué o la forma en que se hace la acción, es decir, la intención con que se actúa. Según esta visión, las acciones en sí mismas, en su contenido, su «materia», no son ni buenas ni malas. ¿Es moralmente bueno lavarlos platos? Depende de la intención con que lo hagas. Si lo haces por interés, para que te den dinero, no tiene valor moral, o sea, no es bueno ni malo desde el punto de vista moral. En cambio, si lo haces simplemente porque crees que es tu obligación, sin esperar ninguna recompensa, entonces sí tiene un valor moral.
Así pues, según las éticas materiales hay acciones buenas y acciones malas, de manera semejante a como hay cuchillos buenos y cuchillos malos. ¿Cuáles son los buenos? Supongamos que tenemos dos cuchillos: uno es de oro pero no corta, el otro es de acero y corta mucho. ¿Cuál de ellos es bueno y cuál es malo? Como cuchillo, el bueno es el de acero y el malo, el de oro. Seguramente la mayoría preferirá el de oro; pero, si solo se usan para pelar una manzana, por supuesto el elegido será el de acero, pues es el que sirve para el fin que se persigue: pelar la manzana. Por tanto, aquello que hace que algo sea bueno es que cumpla adecuadamente su función, es decir, que sirva para el fin buscado.
El significado de «bueno» aplicado a un cuchillo es distinto del que se atribuye a una persona o a sus acciones. Decir de un cuchillo que es «bueno» significa que es «útil para cortar», o sea, que tiene un sentido puramente instrumental; en cambio, la palabra aplicada a una persona puede tener distintos significados: un «buen jugador de fútbol», significa que tiene ciertas habilidades en ese juego y las aplica. A nosotros nos interesa el sentido moral, como cuando decimos de alguien que es una «persona buena». Una persona buena es aquella que tiene, en general, una forma determinada de actuar: sus acciones sirven para alcanzar un buen fin. Pero ¿cuál es un buen fin? Sobre cualquiera de nuestros actos nos podemos preguntar: ¿por qué lo hacemos?¿para qué lo hacemos?
Por ejemplo:
• ¿Por qué comemos? Respuesta: porque tenemos hambre (o porque nuestra madre nos obliga, porque es la hora de comer, etc.)
• ¿Para qué comemos? Respuesta: para conservar la vida, para estar sanos, etc.
Copiar en el cuaderno (sacar foto) y enviarlo a mi email:
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Recordad poner curso, grupo, materia, nombre y apellidos.
Fecha tope de entrega: 25 de marzo 2020
La siguiente historia cuenta la vida de una niña de 5 años de edad atendida en un centro médico debido a una deficiencia renal[2]colateral de una glomerulonefritis[3]. Estaba bajo diálisis[4] renal crónica[5], por lo que se consideró la posibilidad de un trasplante de riñón. El éxito de este procedimiento en su caso particular era cuestionable. Se presumía, además, que el riñón trasplantado no sufriría la misma enfermedad. Luego de discutir el problema con los padres de la paciente, se decidió proseguir con los planes de trasplante. Se tipificó el tejido del riñón y se comprobó que no sería fácil encontrar donantes. Sus hermanos de 2 a 4 años de edad eran muy pequeños para ser donantes. Su madre resultó no ser compatible, pero sí su padre. Este fue sometido a un arteriograma[6] y se descubrió que tenía una circulación anatómicamente favorable para el trasplante y así se le trasmitió, en una reunión a solas con él. También se le dijo que el pronóstico[7] de su hija era bastante incierto. Después de pensarlo, el padre de la niña dijo que no deseaba donar su riñón a su hija. Admitió que no tenía el coraje suficiente y que, particularmente por el pronóstico incierto, la poca posibilidad de un riñón cadavérico[8], y el grado de sufrimiento ya soportado por la niña, decidía no donarlo. El padre pidió al médico que dijera a su familia que no era compatible. Temía que al saber la verdad, lo acusaran de haber dejado morir a la pequeña. Dijo que esto "destruiría su familia". Aunque no compartía la decisión del padre de la paciente, el médico finalmente accedió a decirle a la esposa que "por razones médicas" no era conveniente que el padre fuera el donante.
Significado de palabras que aparecen en el texto.
[1] Situación en la que es necesario elegir entre dos opciones igualmente buenas o malas.
[2] Referido a los riñones
[3] Inflamación de los pequeños filtros de los riñones
[4] Tratamiento médico que consiste en eliminar artificialmente las sustancias nocivas o tóxicas de la sangre, especialmente las que quedan retenidas a causa de una insuficiencia renal.
[5] Enfermedad que se padece a lo largo de mucho tiempo.
[6] Prueba que le permite a su médico ver las arterias en una radiografía.
[7] Predicción de la evolución de un proceso
[8] muerto.
1.-¿Qué piensas de la decisión del padre de la niña? ¿Por qué? ¿Y qué opinan de la decisión del médico? ¿Por qué?
2.- Analizar el conflicto, desde el punto de vista de ambos personajes. ¿Puede el padre decidir no donar el riñón a su hija? ¿Qué razones puedes aportar para apoyar su elección, tanto si es un sí como si es un no? ¿Debe el médico aceptar lo que le pide el padre, bajo qué razones? ¿Qué razones respaldan la postura contraria (no apoyar al padre de la niña)?
3.- ¿Debemos decir siempre la verdad? ¿Sí o no? ¿Existen excepciones? ¿Hay circunstancias en que no decir la verdad está justificado? ¿Por qué? ¿Qué circunstancias serían? En este caso concreto, ¿se justifica que el médico no diga la verdad? ¿Por qué? ¿Qué aspectos de una situación debemos tener en cuenta para saber si es correcto o no decir la verdad? ¿Cómo o en base a qué debe tomarse esa decisión?
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Fecha tope de entrega: 19 de marzo 2020
Un águila y un zorro después de hacerse amigas decidieron habitar uno cerca del otro, pensando que así reforzarían su amistad. Entonces el águila subió a un árbol muy alto y allí puso a sus polluelos; el zorro se metió entre las matas que había debajo del árbol y escondió a sus crías. En cierta ocasión, cuando el zorro había salido a por comida, el águila, falta de alimento y hambrienta, bajó a las matas y, tras arrebatar a las crías, las devoró junto con sus polluelos. Cuando el zorro, a su regreso, supo lo ocurrido, no se entristeció tanto por la muerte de sus crías como por la dificultad de poder vengarse; pues al ser un animal terrestre no podía perseguir a uno que vuela. Por eso, de lejos maldecía a su enemigo, lo único que les queda a los incapaces y débiles. Mas ocurrió que, no mucho después, el águila pagó el castigo por su crimen contra la amistad. Pues, mientras unos estaban sacrificando una cabra en el campo, el águila descendió volando y arrebató del altar un órgano encendido. Después que la hubo llevado a su nido, se levantó un fuerte viento y de una paja fina y seca prendió un fuego brillante. Y a causa de él los polluelos, cayeron al suelo quemados. El zorro se acercó corriendo y los devoró a todos a la vista del águila.
¿Qué crees que nos quiere transmitir la fábula?
¿Alguna vez te has enfadado con un amigo/a? ¿Por qué?
¿Como consecuencia de ese enfado, le has hecho daño o has actuado mal hacia él/ella?
¿Has intentado hablar con él/ella para arreglar las cosas?
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